27 de diciembre de 2009

¿Se es viejo en los Estados Unidos?

Melora Davis cumplió hace un mes 85 años. Esta norteamericana, de piel blanca y cara marcada por el paso del tiempo, representa el prototipo de abuela que transmite ternura cuando se le mira a los ojos. Inicialmente, también puede parecer una mujer con dificultades para desplazarse.

Recuerdo que cuando la vi por primera vez pensé que ella no sería capaz de subir las escaleras de su casa, en Delaware, sin ayuda. Además de subirlas rápidamente por si misma, tuvo la energía suficiente para continuar hablando sin ningún rastro de respiración entrecortada. Quedé sin palabras. Luego, me dio algunos detalles que debía saber para comenzar a compartir, una semana más tarde, el segundo piso de su casa con una estudiante rusa y con otra de Etiopía. Las sorpresas apenas estaban por llegar.

20 de diciembre de 2009

Un fin de semana lleno de nieve

La costa nororiental de los Estados Unidos ha estado nívea y gélida desde la media noche del viernes. La nieve caída ha superado las cantidades que los habitantes de esta zona recuerden haber visto en los últimos 10 años.

La gente ha estado en casa luego de aprovisionarse en los supermercados. Cadenas como Walmart estuvieron repletas de compradores ávidos de alimentos para todo el fin de semana. Las filas eran interminables un día antes de la tormenta.

26 de noviembre de 2009

Acción de Gracias en época de recesión

Un grupo de voluntarios organiza los paquetes de comida que millares de necesitados degustarán esta noche dentro de las celebraciones del Día de Acción de Gracias.


En tiempos económicamente difíciles, los Shock siguen siendo afortunados. Por eso, la noche de hoy 26 de noviembre estarán reunidos para darle gracias a Dios. En la mesa no podrá faltar el tradicional pavo con puré de papas, arvejas y pie de calabaza. Además de sus cuatro integrantes, 12 invitados más, entre orientales, turcos y latinoamericanos, celebrarán con ellos el Día de Acción de Gracias.

Otro grupo de personas, también del estado de Delaware, tendrá suficiente comida para hacer de este último jueves de noviembre una velada especial. Sin embargo, a ellos la mala situación económica los sigue golpeando fuerte: muchos son indigentes, inmigrantes o ciudadanos que perdieron sus casas recientemente. Esta noche, además de darle gracias a Dios, le agradecerán a los sacerdotes de Ministry of Caring por haberles dado alimento para cenar.

22 de noviembre de 2009

Aquí, ellas tienen poder

Cada mañana cuando me monto en el bus que me lleva a la universidad las probabilidades de encontrarme a una mujer detrás del volante son altas. No es raro ver a una de ellas, entrada en sus 30, conduciendo un automotor de servicio público para abrirse paso en mega avenidas de 10 carriles como la I-95. Tampoco es extraño verlas como integrantes de las cuadrillas de mantenimiento que cambian constantemente el asfalto.

No hay que extrañarse si en pleno verano usan bikinis para tomar el sol dejando de lado la forma del cuerpo y la edad. En julio pasado, vi a un grupo con uno que otro kilo de más. A diferencia de lo que les hubiera pasado en Colombia, no fueron miradas con desdén ni despertaron un runrún de críticas al pasar. Por lo menos eso percibí tras ver a los bañistas muy metidos en lo suyo.

9 de noviembre de 2009

EU: un año después, el aterrizaje forzoso

Así lucía el 18 de enero de este año el malecón de Wilmington. La gente se agolpó a esperar al que dos días después juraría como presidente. Barack Obama pronunció un discurso de no más de 10 minutos en medio de un gran entusiasmo y cubrimiento mediático. Su corta visita a esta ciudad de Delaware hizo parte de su recorrido en tren por los estados cercanos a Washington el fin de semana anterior de su llegada a la Casa Blanca.


La palabra realidad finalmente se interpone entre los estadounidenses y su Presidente. Los mismos que eligieron a Barack Obama hace un año con la ilusión de obtener un país distinto de la noche a la mañana son los mismos que hoy se sienten decepcionados y traicionados.

El ambiente que se vivió el 4 de noviembre de 2008 fue completamente distinto al que se siente hoy entre los habitantes de este país. Recuerdo que justo hace un año estaba en Filadelfia mientras los ciudadanos decidían si la presidencia sería para John McCain o Barack Obama.

31 de octubre de 2009

Pero, ¿Si ha habido recesión en Estados Unidos?

Como si se tratara de un estribillo de obligatoria pronunciación, una y otra vez les he escuchado decir a quienes viven aquí, en Estados Unidos, que la crisis les ha cambiado la vida. Desde septiembre de 2008, la palabra recesión no ha dejado de protagonizar las conversaciones de inversionistas, políticos, economistas y ciudadanos que perdieron su empleo o se vieron obligados a reorganizar su presupuesto. Con el desplome de Lehman Brothers, la banca de inversión más importante de este país, Wall Street también cayó y, como en efecto dominó, los mercados del mundo comenzaron a desmoronarse.

Cuando los escucho hablando de lo duro que les está pegando la recesión, o veo los especiales televisivos de CNN, o leo los reportes que hacen los medios escritos sobre lo que es “vivir con menos”, me es inevitable preguntarme cómo sería el estilo de vida que tenían hace unos años, cuando la palabra austeridad sólo le pasaba por la mente a unos pocos.

13 de octubre de 2009

¿Por qué nos importa tanto el Nobel de Obama?


Justo cuando Barack Obama estaba en el centro de las críticas por su intento fallido de obtener la sede de los Juegos Olímpicos para Chicago, recibió una noticia que ni él mismo ni sus compatriotas esperaban. Mucho menos, la comunidad internacional:el Premio Nobel de la Paz.

El Nobel le ha llegado al presidente de los Estados Unidos como anillo al dedo para ratificarse como la gran figura mundial de los tiempos actuales. Sin embargo, sus detractores han enfilado nuevamente baterías, y una vez digirieron el anuncio del comité de los cinco en Oslo, Noruega, no han dejado de mostrar su desacuerdo por la decisión.

27 de septiembre de 2009

El controvertido color de la reforma a la salud


El color de piel de Barack Obama vuelve a ser protagonista en la agenda mediática estadounidense. Si bien comenzó siéndolo desde que sonó como firme candidato para suceder a George W. Bush en la presidencia, la atención que ha acaparado recientemente ha sido mayor.

En esta ocasión la palabra hito está ausente. No hace falta recordar que el presidente número 44 de los Estados Unidos ya hizo historia al ser el primer hombre de raza negra en llegar a la Casa Blanca.

Esta vez la piel de Obama le está recordando a los norteamericanos la que parece ser su gran asignatura pendiente: el racismo.

18 de septiembre de 2009

La mala educación en tres actos

Dos días antes de jurar como presidente de los Estados Unidos en Washington, Barack Obama recorrió en tren las ciudades cercanas y pronunció discursos de menos de media hora en cada una de ellas. Aquí, tras su paso por Wilmington, en el estado de Delaware, confluyeron admiradores y detractores. Estos dos hombres mostraron su desacuerdo mediante este cartel. Los locales no dudaron en descalificarlos y gritarles orgullosos el color de piel del entonces electo presidente.

I
Joe Wilson: You lie! (Mientes)
Congreso: uhhhhhh
Barack Obama: That's not true! (No es verdad)

11 de septiembre de 2009

Y tú, ¿qué hacías el 11 de septiembre?

Melora Davis recuerda muy bien qué estaba haciendo la mañana del 11 de septiembre de 2001.

Cuando el primer avión impactó la torre norte del World Trade Center en Nueva York, esta mujer entrada en los 80 estaba en la cocina de su casa, aquí en Newark, Delaware.

Mientras intentaba dejar todo en orden para salir horas más tarde a trabajar en la universidad local, ignoraba que su país era víctima de un ataque. Al igual que el resto de estadounidenses, desconocía también que detrás de los hechos estaba el todavía fugitivo Osaba Bin Laden.

Eran más de las 8:45. 

7 de septiembre de 2009

Celebran que tienen trabajo

Cada 7 de septiembre, los estadounidenses celebran el Día del Trabajo. A diferencia de Latinoamérica y Europa, que hacen lo propio cada 1 de mayo, los norteamericanos realizan una pausa en su rutina laboral el primer lunes de cada septiembre para darle paso a su Labor Day.

El ambiente de hoy es particular. Acostumbrada a sentir la velocidad que caracteriza la vida cotidiana de este país, es interesante ver como la rutina de un lunes es lenta. Bancos cerrados, calles sin mayor congestión vehicular, y colegios y universidades vacías. Justo hoy puedo abrir mi ventana y no aturdirme con el ruido propio de las sirenas policiales ni de las cornetas del transporte público.

Además de las tradicionales marchas que los sindicatos, labor unions, organizan en todo el país, la celebración de hoy tiene el miedo como componente adicional. Años anteriores -le escuché decir a una pareja de norteamericanos-, los ciudadanos hubiesen estado dichosos de descansar y no tener que ir a trabajar. Sin embargo, en épocas económicamente hostiles como las actuales es mejor tener los pies y las ganas bien puestos en el sitio laboral, y dejar las vacaciones para después.

6 de septiembre de 2009

Origen

La aventura comenzó hace 10 meses en Newark, una pequeña ciudad universitaria en Delaware. Allí, en el segundo estado más pequeño del país del Norte tuve mis primeros acercacimientos a la cultura norteamericana. Primero, como estudiante del instituto de idiomas de la Universidad de Delaware, y ahora como primípara de Diseño Multimedia en una institución tecnológica.

Vivo en una población pequeña, que en temporada académica alcanza los 30 mil habitantes, y en época vacacional solo roza los 15 mil. Sin duda, los estudiantes son la vida de este 'pueblito de sueños' porque cuando ellos no están, la ciudad se llena de fantasmas. A los universitarios es común verlos merodeando durante el día y parte de la noche con sus computadores portátiles, imprimiéndole mundo académico a los cafés y restaurantes, cargando libros en sus bicicletas y haciendo ruido con sus estéreos cuando deciden tomarse la noche en una sola rumba.

Desde aquí los sueños parecen no tener límites. Desde aquí todo parece posible porque en medio de tanto ambiente académico y cultural es casi imposible no contagiarse, ilusionarse y seguir desplegando las alas cada vez más y más.

Sin embargo, dejadas atrás las emociones propias que produce un país completamente diferente al mío (soy colombiana y desde octubre de 2008 salí a perfeccionar mi inglés como segunda lengua), continúo intentando comprender el American lifestyle. Todavía trato de encontrarle sabor a los jugos embotellados, a la leche (a veces insípida) y a los huevos. Aún sigo en busca de una explicación al acelere colectivo que tanto caracteriza a quienes aquí viven: todos anda a mil, ensimismados en sus problemas y preocupaciones. Todavía no encuentro el abrigo necesario para cuando el frío de invierno, nuevamente, llege a calar hasta los huesos.

Comencemos entonces a revelar juntos cada fotograma de esta caja de pandora.






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