7 de septiembre de 2009

Celebran que tienen trabajo

Cada 7 de septiembre, los estadounidenses celebran el Día del Trabajo. A diferencia de Latinoamérica y Europa, que hacen lo propio cada 1 de mayo, los norteamericanos realizan una pausa en su rutina laboral el primer lunes de cada septiembre para darle paso a su Labor Day.

El ambiente de hoy es particular. Acostumbrada a sentir la velocidad que caracteriza la vida cotidiana de este país, es interesante ver como la rutina de un lunes es lenta. Bancos cerrados, calles sin mayor congestión vehicular, y colegios y universidades vacías. Justo hoy puedo abrir mi ventana y no aturdirme con el ruido propio de las sirenas policiales ni de las cornetas del transporte público.

Además de las tradicionales marchas que los sindicatos, labor unions, organizan en todo el país, la celebración de hoy tiene el miedo como componente adicional. Años anteriores -le escuché decir a una pareja de norteamericanos-, los ciudadanos hubiesen estado dichosos de descansar y no tener que ir a trabajar. Sin embargo, en épocas económicamente hostiles como las actuales es mejor tener los pies y las ganas bien puestos en el sitio laboral, y dejar las vacaciones para después.



El temor de quedarse sin trabajo sigue latente.

Amy, una mujer treintañera que vive en Wilmington, a menos de una hora de donde me encuentro, quiere mejorar su segunda lengua, el francés. Desde hace varios meses la he escuchado decir que le gustaría seguir practicándolo. Sin embargo, ella ha optado por esperar unos meses para ver cómo evolucionan las cosas en la compañía de abogados para la que trabaja en Filadeldia. Dice que los recortes de personal han sido comunes en los últimos meses. Por lo pronto, evitar sacar un dólar de más de su cuenta personal.

No cabe duda que la economía actual no está caracterizada por el color rosa de años atrás. Con un 9,7% de desempleo, la administración de Barack Obama le da la cara a una de las cifras más altas de población sin trabajo de los últimos 25 años. De acuerdo con informaciones de The New York Times, en solo agosto de este año 216 mil ciudadanos perdieron sus empleos.

Mientras tanto, los extranjeros que recién llegan siguen viendo en esta tierra muchas oportunidades. La semana pasada, en una de mis clases, cuando una oriental se presentó y dijo estar casada con un estadounidense, el surcoreano sentado a pocos metros de ella solo atinó a decir: What lucky you are! En medio de todo, el sueño americano sigue vivo.





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3 comentarios:

gabriela aguilar dijo...

es una buena opinion critica

Varda Elentari dijo...

Me encantaron tus artículos, me agrada mucho leer sobre experiencias en otras culturas. Sos objetiva ya que al no ser norteamericana podes ver con otros ojos lo que ocurre alli. Gracias por compartir tu punto de vista, te agrego a mis feeds y blogroll. Saludos desde Argentina!

Tatta Velásquez dijo...

Gabriela y Varda, muchas gracias por sus comentarios...
Varda, también sigo pendiente de tus actualizaciones en tu blog...
Qué rico que podamos intercambiar información desde lugares tan lejanos...
Un saludo y un abrazo blogger